Un concepto que algunos jugadores de poker inexpertos tienen es pensar que cuando las cartas han sido repartidas, antes de que cualquier jugador haya hecho nada, es decir, durante la mano inicial, todas las combinaciones de cartas (manos) tienen las mismas probabilidades de darse. Esto es una mala estrategia ya que no es así, por ejemplo, si bien es cierto que la combinación de cartas A-K tiene las mismas probabilidades de darse que la combinación 7-6, ambas manos tienen casi tres veces más probabilidades de aparecer que combinaciones como A-A ó 4-4. Este hecho tiene que ver con la combinatoria, es decir, con la cantidad de formas en que una mano se puede construir utilizando las cartas del mazo o baraja.
Combinaciones básicas de las manos de poker
Para formar una pareja, como por ejemplo una pareja de ases, existen tan sólo cuatro cartas en el mazo que pueden ser repartidas, obviamente los cuatro ases. Así pues, la primera carta de la pareja puede ser cualquiera de los cuatro ases. Luego quedarían los tres ases restantes, por lo que la segunda carta debería ser cualquiera de esos tres ases.